Psicología
Formas de vivir un duelo: no solo ocurre con la pérdida de un ser querido
No necesariamente tiene que fallecer alguien a quien queremos para que vivamos los procesos de un duelo

La muerte es algo de lo que no podemos huir: es inevitable y sucederá con el tiempo. Pasamos por la vida pensando que viviremos para siempre pero lo que más damos por hecho es que las personas que nos rodean, aquellas a las que ... queremos, estarán permanentemente. Puede ocurrir pero, ¿quién no se ha enfrentado a la pérdida de un ser querido? Cuando esto ocurre, pasamos por las diferentes fases de un duelo pero lo que no sabemos es que esas fases pueden darse por otros motivos y no por el fallecimiento de quienes están a nuestro lado.
Tal como cuenta la psicóloga clínica en Valencia Laura Fuster, un duelo es un proceso que se produce «después de un cambio», y durante este proceso, es habitual que se experimenten diferentes emociones como la tristeza o la ira. «El duelo nos sirve para cerrar algún momento de nuestra vida, asimilar la pérdida y orientarnos hacia una fase distinta», explica, y añade que se trata de una «respuesta psicológica adaptativa», es decir, es normal y necesaria. «A muchas personas les incomodan las emociones producidas en este momento y quieren pasarlo rápido, pero eso sería un error ya que adaptarnos a una nueva realidad siempre requiere tiempo».
Las fases de un duelo las describió Elisabeth Kübler-Ross, y es un modelo de cinco etapas que describen el proceso que las personas suelen pasar cuando experimentan un duelo. La propia autora advirtió que es orientativo y no necesariamente deben pasarse todas las fases ni en ese orden:
Negación : la persona no asimila la perdida y necesita un tiempo para procesarla.
Enfado : la frustración de un cambio puede llevarnos a sentimientos de ira.
Negociación : pensar en otras realidades y posibilidades que no hubieran llevado al resultado final.
Depresión : etapa de tristeza profunda.
Aceptación : asimilar la pérdida o cambio, convivir con el dolor e incluso, en algunos casos, ver el lado positivo de todo ello.
Por consiguiente, no tiene que producirse una muerte para que pasemos por un duelo. Tal como asegura Laura Fuster, existen otros cambios en nuestra vida que podríamos vivir como un duelo, y entre ellos destacan:
- Jubilación
- Maternidad/paternidad
- Fin de estudios
- Cambio de trabajo
- Cambio de ciudad
- Distanciamiento grupo de amigos
- Ruptura de pareja
- Enfrentamiento familiar
- Infertilidad
- No consecución de objetivos
- Diagnóstico enfermedad
- Cambios corporales
Superar un duelo
Como comentaba anteriormente la psicóloga, el duelo requiere tiempo para asimilar la pérdida o el cambio : «Es importante trabajar los pensamientos de arrepentimiento o culpa ya que son los que nos pueden llevar a un duelo patológico ».
Laura Fuster anima a que durante el duelo revisemos las rutinas de las personas durante este proceso ya que es habitual que dejen de hacer actividades: «La tristeza nos puede llevar a la apatía y no tener ganas de hacer nada, pero debemos intentar activarnos dentro de nuestras posibilidades para, poco a poco, ir consiguiendo momentos felices». Además, también es fundamental que la persona exprese sus emociones y cuente con apoyo social, e incluso, profesional (psicólogo o psiquiatra).
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